Los grandes recintos feriales, gracias sus techos elevados y provistos de aberturas laterales, aseguran la mejor calidad posible del aire en sus espacios interiores. Además, cuentan con instalaciones de ventilación de gran alcance.
El sistema más frecuente de ventilación en estos pabellones es la entrada de aire por una abertura natural que se empuja a circular forzadamente hasta otra de las aberturas por las que sale. Como consecuencia, la entrada y la salida de visitantes no coinciden ni están próximas y que se mantienen abiertas siempre.
La tasa de ventilación aconsejada para una buena calidad de aire es aproximadamente de 5-6 ACH recambios del volumen de aire total por hora (Air Changes per Hour). Un espacio con 3 ACH reemplaza en una hora el 95% del aire interior.
Desde un punto de vista de la distribución de los espacios en los recintos, es recomendable no subdividir excesivamente el espacio, usar materiales no rígidos, como telas, con espacios por los que pueda circular el aire de la ventilación general del recinto.
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